La final

Domingo por la mañana en la calle Pelayo. Peluquerías y manicuras chinas funcionando a pleno rendimiento. Y el trinquete. Esto es Valencia, y este fragmento de ciudad un escenario distópico donde, en la manida frase publicitaria, el futuro y el pasado se dan la mano. Eso es hablar por hablar porque espero que los tiempos estén cambiados y sean las jornadas laborales inhumanas pasto del olvido mientras la pelota vuelve a un presente esplendoroso. Puestos a pedir. De momento es una esencia valenciana incrustada en una china. Y gracias a ello vemos una final de pilota y no un almacén de productos baratos. Juega Soro III contra Puchol II y gana el aspirante, a veces ocurre; y es emocionante. Y divertido. Y hace que por un momento nos olvidemos del olvido, de las promesas y de las injusticias. Es el placer del juego, un domingo por la mañana, en una isla valenciana. En un océano chino.

000

0001

0003

0004

0006

0007

0008

00010

00011

00013

00015

00016

00017

00018

00019

00020

Una respuesta a «La final»

  1. Com sempre, espectacular treball