El otro día, una vez más, encontré una foto mía en una web (la de la revista El Jueves) sin que, por supuesto, hubiera autorización ni (a dónde vamos a parar) pago a cambio de su uso. Se trata de un retrato del ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, tristemente célebre por lo que todos sabemos y a quien, dado que trabajo en Valencia, he fotografiado en muchas ocasiones, tanto en los días de gloria como en los del ocaso. No es que sea la primera vez que una foto mía es utilizada sin permiso, pero sí que fue la primera ocasión en la que me quejé abiertamente del abuso. Empleé twitter, que es una herramienta estupenda para dejar en ridículo a los ladrones y, en vista de que la cosa (gracias al efecto amplificador de la red) se iba de madre, el amable community de El Jueves me avisó en poco tiempo de que ya se había retirado y que disculpara su error porque creían «que era un retrato institucional».
El caso es que este lamentable asunto me hizo ponerme a recopilar unos cuantos ejemplos (hay demasiados, tan sólo con mis fotos) de cómo resulta fácil que si dedicas a este oficio tu trabajo acabe siendo empleado para los fines más variados sin que nadie tenga el detalle de avisar. Tan sólo de esta imagen, que apareció publicada en Smashing Magazine existen decenas de páginas de resultados de búsquedas. Así que, lejos de editar mis fotos, he perdido algo de mi tiempo en recopilar cómo otros las han utilizado sin respeto. Y he llegado a la conclusión de que en un momento dado, si me pusiera a perseguir a los infractores dedicaría más horas a rastrear imágenes que a hacerlas. Es el nuevo mundo al revés del mundo al revés de los fotógrafos.
ya sabía que ocurrían este tipo de casos, pero verlos con nombres y apellidos sigue dejándome asombrada. Cuando viene de medios de comunicación ya me parece de broma, demuestran muy poca profesionalidad.
Yo tengo un blog pequeño y siempre acudo a bancos de imágenes gratuitas o sin derechos porque me parece que hay que respetar el trabajo de los demás. Bueno, en realidad la mayoría las hago yo ahora porque me he dado cuenta también de la importancia de que todo lo que publique sea propio.
Estos son temas a los que se debería dar voz en los medios a fin de que todos tuvieran claro donde están los límites de la propiedad intelectual.
Saludos,
Irene
txema
Gracias, Irene.
En algunos casos bastaría con pedir permiso, la verdad.
Irene II
Lo mismo ocurre con los textos, Txema. Yo a veces encuentro textos de mi blog publicados por ahí sin, por supuesto, mi permiso. A mí me da un poco lo mismo porque en realidad esos textos ya me los han pagado. A quienes debería importarles es a la revista que me paga, porque el copyright es de ellos.
txema
Lo mismo no ha de dar, aunque desde luego cambia mucho la cosa si eres tú quién decide, si alguien al menos se toma la molestia de preguntarte.
Yo tengo (supongo que ya) cientos de fotos dispersadas por webs. Al principio las fotos tenían copyright, pero como la gente se lo saltaba, las compartí con creative commons (Reconocimiento, No comercial, Sin obras derivadas). La gente sigue haciéndolo, pero se siguen saltando la licencia. No tengo muy claro qué más hacer.
Hay una web (ahora también se puede ver desde google images) que te ayuda a encontrar fotos en Internet: http://www.tineye.com . Por si te sirve.
txema
Gracias, la conozco. Pero no, salvo casos concretos hace tiempo que decidí no perder el tiempo en perseguir a los demás. Eso no tiene remedio, creo.
¿Y que me decís de entrar en la Clínica Quiron de Valencia a acompañar a un familiar a que se haga unas pruebas y encontrar una exposición fotográfica a nombre de otro donde 8 de 14 imágenes son vuestras? Pues a mi me paso poco antes de fallas de este año. Y la exposición estaba desde enero…
txema
Esa tampoco está mal…pero ahí, al menos, puedes hacer algo.
10 respuestas a «A dónde van a parar tus fotos»
Hola,
ya sabía que ocurrían este tipo de casos, pero verlos con nombres y apellidos sigue dejándome asombrada. Cuando viene de medios de comunicación ya me parece de broma, demuestran muy poca profesionalidad.
Yo tengo un blog pequeño y siempre acudo a bancos de imágenes gratuitas o sin derechos porque me parece que hay que respetar el trabajo de los demás. Bueno, en realidad la mayoría las hago yo ahora porque me he dado cuenta también de la importancia de que todo lo que publique sea propio.
Estos son temas a los que se debería dar voz en los medios a fin de que todos tuvieran claro donde están los límites de la propiedad intelectual.
Saludos,
Irene
Gracias, Irene.
En algunos casos bastaría con pedir permiso, la verdad.
Lo mismo ocurre con los textos, Txema. Yo a veces encuentro textos de mi blog publicados por ahí sin, por supuesto, mi permiso. A mí me da un poco lo mismo porque en realidad esos textos ya me los han pagado. A quienes debería importarles es a la revista que me paga, porque el copyright es de ellos.
Lo mismo no ha de dar, aunque desde luego cambia mucho la cosa si eres tú quién decide, si alguien al menos se toma la molestia de preguntarte.
No, si tienes razón.
es que soy un sentimental
Yo tengo (supongo que ya) cientos de fotos dispersadas por webs. Al principio las fotos tenían copyright, pero como la gente se lo saltaba, las compartí con creative commons (Reconocimiento, No comercial, Sin obras derivadas). La gente sigue haciéndolo, pero se siguen saltando la licencia. No tengo muy claro qué más hacer.
Hay una web (ahora también se puede ver desde google images) que te ayuda a encontrar fotos en Internet: http://www.tineye.com . Por si te sirve.
Gracias, la conozco. Pero no, salvo casos concretos hace tiempo que decidí no perder el tiempo en perseguir a los demás. Eso no tiene remedio, creo.
¿Y que me decís de entrar en la Clínica Quiron de Valencia a acompañar a un familiar a que se haga unas pruebas y encontrar una exposición fotográfica a nombre de otro donde 8 de 14 imágenes son vuestras? Pues a mi me paso poco antes de fallas de este año. Y la exposición estaba desde enero…
Esa tampoco está mal…pero ahí, al menos, puedes hacer algo.