La piel cubierta de un líquido rojo que simula sangre derramada. Los cuerpos sin ropa tiemblan por el frío. En contra. Banderas con los colores de una patria y un toro negro que corre libre como si lo fuera. A favor. El reggaeton (o lo que sea) del puesto de churros se mezcla con los gritos de libertad, para el animal o para quienes viven y disfrutan con la tauromaquia. Pero no hay para todos. Porque hay un dolor y una muerte y todo lo demás. Y un arte y una cultura y los bichos están cuidados hasta el momento final, dicen. En contra o a favor. Un tipo le levanta la mano a otro. Una muchacha escupe sobre el suelo que pisan quienes ondean banderas. Hay seis toros en los corrales esperando, a oscuras. Molestos, supongo. Ellos estarían a favor de seguir dando vueltas por una dehesa. Enrique Ponce lee un discurso. Un tipo con un puro caro en la boca me pregunta desde su nube tóxica y le aconsejo que deje de fumar. Espera un si, espera un no. Un petardo explota a nuestros pies (esto es Valencia, no olvidemos). El hombre se caga en la madre del niño pirómano. La madre en el padre del hombre. Se perdonan la vida y nos vamos cada uno por nuestro lado. Y al acabar la corrida (han muerto seis toros y cuatro de ellos se llamaban «Aviador») me lo vuelvo a encontrar. Me mira y dice ¿bueno, qué?. Y contesto que últimamente no le encuentro el sentido al dolor. Vuelve a mi mente la piel temblorosa. Ignoro qué significa eso. Salvo que tomo fotografías. Y todas se mezclan en mi cabeza.
Una respuesta a «A favor de en contra»
Muy bien por las fotos-como siempre-y estoy a favor de en contra.
Para ser sincero tengo que decir que la plástica del toreo me resulta
bella,con ésto no intento ni deseo justificar,que a mi entender resulta innecesarias la suerte de varas ,banderillas y la muerte.No voy a entrar a éstas alturas en cuestiones de moral,ética y filosofia…