Dejé atrás el sonido de los pájaros,
Es como no dejar nada, lo sé,
Y puestos a abandonar encendí el fuego sobre las falsas promesas,
Sobre la larga lista en la que no entraron las aves por razones incomprensibles,
De ese modo evitaron las llamas
Perdidas en el horizonte renunciado, en el futuro pasado,
En la emigración inversa, donde los mares van a dar a los ríos mientras los muertos nacen.
Dejé atrás las huellas de mis pies orientados a un país de invenciones,
Resulta curioso, escribir las noticias de ayer,
Repasar con el índice la partitura de los besos secretos, guardados, abesos si suponemos que la primera vocal es negativa
En el cielo abajo, en el este que pone al sol y se va como una canción, apenas llegada.
Es como dejarlo todo
Como si decir dejé atrás el sonido de los pájaros fuera el comienzo de un poema, donde termina.