Prisión de Picassent. Valencia Este trabajo es el resultado de mi convivencia con un grupo de presos condenados, o a la espera de juicio, por todo tipo de delitos. Unos culpables y otros inocentes. Unos graves y otros leves. Un intento de explorar las posibilidades de la fotografía como medio...
Vis-à-vis
el mundo real (no el mundo en que vivimos) empieza, ocurre y termina ahora mismo, donde están conmigo y por eso son libres, donde están a cero y por eso aún no han cometido ningún crimen, donde están ahora y por eso aún pueden ser lo que quieran ser Antes...
Este retrato está tomado en una prisión, un lugar donde casi todo está prohibido. También tomar fotografías.
Me siento orgulloso de ser fotógrafo. Y afortunado por poder asomarme al dolor de los demás sin falsedades, sin adornos.
Suponiendo que pueda poner en orden todo esto. Que hubiera un orden al que someter las ideas o los actos, que fuera posible organizar de alguna manera la vida, a modo de puzzle de escasa dificultad (o aunque se tratara de una composición compleja con miles de piezas irregulares formando un superficie monótona).
Llevo semanas de trabajo metido en un proyecto que está cambiando mi forma de mirar a las personas. Consistía, en principio (siendo esta palabra una imprecisión necesaria en todo inicio), en acercarme a un grupo de presos de la prisión de Picassent armado con unas cuantas cámaras fotográficas con la...