He llegado al Urban Beat 2014, un festival de danza urbana y supongo, aunque lo ignoro todo sobre este asunto, que habrá de ser una mezcla de muchos tipos de bailes y sonidos nacidos de la subculturas latinas y negras de la periferia neoyokina de los 70. Pero esto es Valencia y el auditorio no está poblado de bandas sino de madres, hermanos y abuelos que vienen a ver a uno de las decenas de grupos que suben al escenario. Sus gestos pretenden ser duros y sus coreografías hijas de miles de horas de ensayo. Sus ropas pobladas de referencias a artistas de color, al culto a las armas, el oro, el rap y la actitud. Gestos de chavales que fingen ser crueles y malos. Cientos de personas que jalean a sus seres queridos mientras siguen el ritmo atronador de una música que me resulta extraña y adictiva. Siempre, en estas situaciones, me sorprende saber de la existencia de mundos paralelos. De vidas y espacios aparentemente ocultos. De lugares donde vencen las Supernenas.
2 respuestas a «Cómo conocí a las Supernenas»
-Divinas. Exudan muy buena energía !
tienes mas fotos de los grupos??? estoy interesado en ello.
gracias