Estoy en Málaga, en la Semana Santa, donde una fuerza invisible trabaja en sincronizar las almas y las hace resonar como si fueran una. Creas o no, eso ocurre ante tus ojos atónitos. Verlo y participar de ello de alguna manera te sacude por dentro y entiendes que la gente llore como si se le hubiera muerto alguien si llueve y no puede salir el trono (aquí llaman así a los pasos). Cuando se abren las puertas y suena la música, su potencia arrasa con las palabras.
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Cuaderno de Málaga (I)
txema - 15 abril, 2014
Geniales fotografías, enhorabuena!
Preciosas. Muy muy bonitas.
Gracias por venir y regalarnos esas imágenes tan increíbles. Vaya miradas que captas!. Enhorabuena, artista. Un saludo :·)