Acepto que soy un tipo raro, lo cual me convierte en un tipo normal {dentro de lo raro de que un tipo raro se acepte como tal}. Porque si no lo hiciera y me considerara un tipo normal sería en realidad un tipo raro. O, en cualquier caso, acepto que no me importa qué tipo de rareza/normalidad sea la que me ocupa. Puesto que habrían de ser otros quienes opinaran (es raro que lo hagan) al respecto, ya que todo el mundo se cree especial y distinto y dotado con la capacidad para diferenciar a los raros y a los normales [como si no pudieran formar parte de un único ser raronormal, que es la cuarta categoría tras el normal, el anormal y el subnormal].
De modo que acepto que aceptar que soy un tipo raro no me convierte en uno normal, aunque es probable que lo sea [sea lo que sea] [no vamos a reparar en gastos].