Fotografías que no son una patata

The Flatiron, 1904 Edward Steichen. Gum bichromate over platinum print
The Flatiron, 1904 Edward Steichen. Gum bichromate over platinum print

Los autocromos empleaban granos de patata (almidón) tintados sobre una película en blanco y negro para obtener una imagen en color. El sistema fue patentado por los hermanos Lumière en 1903 y fue la única forma de obtener fotografías en color hasta el año 1935. Los resultados obtenidos con esta técnica son muy interesantes desde el punto de vista estético y sus logros sorprendentes en muchos casos. El impresionante fotocromo de Edward Steichen titulado The Flatiron contiene un acertado resumen de los valores de esta técnica apta para crear imágenes densas, oníricas, expresivas y cargadas de referentes pictóricos.
Pese a que la técnica nos pueda parecer ahora rudimentaria se lograban resultados finales muy buenos y, a la vista de la conservación de las imágenes, duraderos en el tiempo.

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Una de las colecciones más interesantes es la de la George Eastman House, a la que pertenecen las imágenes anteriores. Existen otras también valiosas como la del National Media Museum o la que, casi sin querer, ha dado origen a estas líneas: la del Museo de Fotografía de la University of California Riverside, que lleva por título Smoke and Mirrors: the Magic of Autochrome.

Una respuesta a «Fotografías que no son una patata»

  1. Resulta estremecedor comprobar que ni los pinceles ni los brushings de Photoshop, por sofisticada y llamativa que sea una imagen, llegarán nunca a transmitir la intensidad de los recursos primarios de la primera era de la fotografía.
    La esencia de lo que se quiere mostrar, densa y rica, aún desnuda. Rica y arrebatadoramente visible.
    Es posible que sea esa la razón por la cual Sally Mann ha regresado al colodión y a la plata.
    Porque ya no hay nada que encontrar más que volviendo al principio.