No es la alegría de la huerta. Ni de ninguna otra parte, la verdad. Las fotografías de Gregory Crewson tienen la capacidad de poner nervioso a cualquiera y como éste es un mundillo de tópicos a su obra le ha tocado el adjetivo de inquietante. De hecho, lo que Crewdson hace, y bien, es películas de un único fotograma, con escenografías, iluminaciones e interpretaciones cuidadas hasta el más mínimo detalle para generar una imagen desequilibrante.
Hogares, entornos urbanos, gente solitaria, absorta, funcionalmente muerta, jodida hasta la médula en el sentido americano del término. Seres que viven juntos e incomunidados. En fin, ese rollo que tanto daño ha hecho a quienes consideran que recrear situaciones conlleva sus riesgos. No por Crewdson, sino por la horda de imitadores de las miradas penetrantes y mortecinas.
Pero el caso es que ahora podemos, desde el 15 de diciembre al 30 de enero ver una exposición de su obra enLa Fábrica Galería, compuesta por tres fotografías a gran escala de su reciente serie Beneath the Roses y por 15 fotografías de productions stills realizados entre los años 2006 y 2007.
Sus fotografías, explican desde la galería, «capturan momentos aislados de lo que parecen narraciones en las que los barrios residenciales son asediados por inexplicables y extrañas situaciones. Sus elaboradas panorámicas, en las que la narración parece paralizada, tienen una cuidada puesta en escena, que permite comparaciones con las películas de Alfred Hitchcock y David Lynch, así como con las obras de Edward Hopper y las fotografías de Diane Arbus y William Eggleston. Aunque Crewdson evita la claridad de la narración cinematográfica, su método de trabajo es similar al de los directores de cine, construyendo mundos ficticios con la ayuda de equipos de hasta 35 personas«.
Gregory Crewdson (Brooklyn, EE.UU., 1962) vive en Nueva York y es miembro del Departamento de Fotografía de la la Universidad de Yale. Sus fotografías han sido incluidas en las colecciones de numerosos museos de todo el mundo, como el MoMA de Nueva York, el MOCA de Los Ángeles y el Museo Reina Sofía. En 2005 su trabajo fue objeto de una retrospectiva en el Kunstverein de Hannover e itineró por instituciones como el Fotomuseum Winterthur (Suiza) y el Centro Hasselblad (Suecia).