Humo en Cambridge

Hace tanto que no fumo. Se me hace raro hallar una foto con mi mano y un pitillo en el extremo de los dedos. Recuerdo cuando me sentía como Lobo Antunes cubriendo de humo el fascinante rostro de George Steiner. Vaya cruce de caminos. Rebusco en la estantería el viejo {no tanto, apenas tiene una década y pico} ejemplar de Gramáticas de la creación en la página donde subrayé Crear un ser es decirlo. Y más adelante, en una página señalada con una entrada de un concierto del Licks world tour 2003 de The Rolling Stones, releo sus palabras sobre la soledad y la intimidad emparentadas con el silencio. Y aquella cita de Beckett, que siempre me gustó tanto, referida a Dios: «El muy cabrón no existe».
Respiro hondo. Dejo que asomen algunas imágenes.
Comienza a sonar una canción de Nina Simone.

Mi mano izquierda en los años de fumador, en una habitación de hotel de Madrid
Mi mano izquierda en los años de fumador, en una habitación de hotel de Madrid

Delia sentada en unas escaleras, Zagreb.
Delia sentada en unas escaleras, Zagreb.

Puerta. Bienal de Venecia.
Puerta. Bienal de Venecia.