Mientras ando

Las palabras son imprecisas. Lo son de una manera terrible, porque rozan el objetivo sin alcanzarlo. Del mismo modo que intento explicar sin poder hacerlo que las imágenes son más certeras, más exactas. Necesitan una lectura especializada. Y en su ausencia reside el drama porque lo que vemos en una buena fotografía nos hiere aunque seamos incapaces de entenderlo. Por eso es una arma tan poderosa. Tan letal (no porque quite vidas, sino porque da en ellas).