El hombre sueña con la isla cubierta de ceniza, la montaña de nieve negativa, el lugar arado por la ira de un gigante furioso, la espuma peremne sobre la que se deslizan niños sonrientes, el tenue movimiento de las aulagas, el leve baile del liquen, la suave vibración de las malezas. El hombre recrea el paso de la arena sobre el asfalto y cada uno de sus surcos efímeros que se pierden en dirección a las salinas, y cada uno de sus pasos sobre el viento en un mundo perfecto de volcanes latentes, apenas habitado por el dolor, un mar de belleza pura e incomprensible, y cada una de sus palabras amortiguadas. El hombre cierra los ojos y su mente sobrevuela los viñedos de malvasía clavados en agujeros negros y milenarios, sueña con la isla de fósiles brillantes. Y es feliz abrazado a ella. Es su hogar imaginario. Su fantasía real.
Tell me, I’ve still a lot to learn
Understand, these fires never stop
Believe me, when this joke is tired of laughing
I will hear the promise of my orpheus sing
4 respuestas a «Orfeo en la isla»
Gracias… Un gustazo de imagenes para el nuevo lunes!!
Gracias a ti.
Maravilloso. No obstante: ¿ni un poquito de color? ¿Sólo un poquito? ¿Por favor?
Tal vez, si.