A goat rustler passed by; they threw him in jail. A big thief passed by; everyone doffed their caps. Village proverb.
El baku tiene trompa, dos colmillos, cuerpo de león, garras y cola de buey. Se alimenta de las pesadillas de los humanos. Es una habilidad mitológica poco valorada y nada famosa en el mundo de los ángeles, demonios, sirenas, dragones y demás especies imaginarias. Un don muy útil en el que pienso mientras me pesan los párpados y presiento la respiración de un baku acechando la llegada de los monstruos de mi mente. Veo a George Clooney a través del objetivo, es un hombre como tantos otros. Aunque las mujeres se muerdan el labio inferior a su paso. Él, al contrario que el baku, se alimenta de sus sueños. De cerca, si me dedicara a esas labores, diría que Amal le da mala vida. Mala y Amal, las mismas letras. Suena una lejana voz en italiano, un timbre femenino y familiar. Pienso en las cosas perdidas, en las aperturas por las que penetra una luz inesperada. En el duelo. En la belleza, ¿qué será?. Hago las primeras fotos con Manolita, mi nueva cámara, la primera que tiene nombre por razones que no vienen al caso. Voy uniendo imágenes, canciones y palabras para dar sentido a lo que vendrá y dejar un hueco en lo fue. Siempre tuve la necesidad de entender mi existencia como una narración, de construir mis pequeños cuadernos. De usar mis propias palabras.
Por primera vez en años mi intimidad está expuesta. Como las flores japonesas de madera que se abren en el agua. Estoy en el centro. Escucho sin parar Hollow Ponds de Damon Albarn. Eso resulta importante. Suena mientras la carne de las mujeres es devorada por el baku. O por George. Y cuanto más lo pienso más veo a Amal en el fondo de ese paisaje insano. Es una lástima que en las escuelas no enseñen a leer imágenes. Ni a construirlas. Ahora que los gurús se pasan la vida dándole vueltas a las nuevas narrativas. Sin ser capaces de unir una sencilla línea de puntos. De entender. De ver. Ver es difícil. Ver es un arte.
Un lugar para la inocencia.
