Este retrato está tomado en una prisión, un lugar donde casi todo está prohibido. También tomar fotografías.
Vis-à-vis
Me siento orgulloso de ser fotógrafo. Y afortunado por poder asomarme al dolor de los demás sin falsedades, sin adornos.
Llevo semanas de trabajo metido en un proyecto que está cambiando mi forma de mirar a las personas. Consistía, en principio (siendo esta palabra una imprecisión necesaria en todo inicio), en acercarme a un grupo de presos de la prisión de Picassent armado con unas cuantas cámaras fotográficas con la...