Pienso a menudo en todo lo que he soportado. En las ocasiones en que ofrecí mi cuello para que fuera cortado a cambio de nada. Angustiado por no hallar una salida y obsesionado por la pérdida de mi identidad. No quiero olvidar [aunque olvide] porque ahora soy lo que no pude ser y saberlo me hace fuerte. Contemplar las cuerdas no me devuelve la imagen de las ataduras sino la de mis manos libres y sin cicatrices.