Crónicas del FIB. Día 4
Los caminos de la belleza resultan estraños. El hombre del cuello largo me sonríe mientras disfruta con la descacharrante música de The Presidents of the United States of America, nos hemos visto un par de veces estos días. Nos despedimos con la mano al finalizar el concierto. Se levanta el viento y mezcla las músicas, fluyen el sol y las mujeres de cabellos rubios. Llega un momento en el que todas las canciones se funden en una, única. Un ritmo que sube de la tierra mientras ondean los cabellos largos y las manos siguen el compás. De pronto todos estos seres fueron hermosos buscando la felicidad en las melodías pastosas de Travis, en el azucarado show de Paolo Nutini, o bajo la gran capa dorada de M.I.A. Dentro de unas horas nada quedará, definitivamente habrá sido. Los cuerpos pagarán el precio y también, tal vez, lo paguen las almas. Seguirán la belleza y sus extraños caminos, los rostros hermosos y los hombres de largos cuellos que sonríen. Comenzará a sonar la música en otras ciudades y otros jóvenes correrán alegres a su encuentro. No estaré allí. Pero estuve aquí.
3 respuestas a «Pero estuve aquí»
Muy fan de tu forma de captar los festivales (y a la gente en general).
Bravo 🙂
Muchas gracias, Guillermo.
¡Increíbles! Nos has tocado la fibra… También somos fans, congrats!