Sin ánimo de soliviantar a los fanáticos de Borges o de Bashevis Singer ni de desenchufarle a los androides de Dick sus oníricas ovejas eléctricas, creo que me inclinaré por gastarme lo que me queda del sueldo en un billete a los muchos mundos de Jesús Ferrero, (releer Belver Yin para que me cambie la vida nuevamente, por ejemplo). Porque he visto en ellos cosas que vosotros no creeríais, desde el autor sobreviviendo como guionista en la ciénaga almodovariana o a mí mismo como sombra de sus viajes en el tiempo. Hasta sacarle una foto tiene la cualidad arrebatada de Iván Zulueta. El agujero de gusano va incluido en el precio.